
OK, de vuelta en la ciudad de Santiago.
El viaje de vuelta estuvo entrete, salir de la casa a las 11 am, llegar a estacion de tren con mis dos maletas.
La chica no estaba trabajanndo en su cubiculo pero salio igual, muy buena onda, a ayudarme.
Me dijo que no podia cobrarme ella porque no estaba trabajando en ese momento pero me indico la ruta a Charles de Galle y que pagara al inspector arriba del tren... los 2 mil pesos del pasaje...
Llegue al aeropuerto luego de pasar al metro, tomar el tren RER, y lograr maniobrar entre CDG 1 y 2, y dentro del 1, las mangas A,B,C, D, E y F. No hay indicaciones faciles. Vi unos espanoles estresadisimos porque no lograban entender nada.
Pero como ya habia tenido que entrar al cerebro de los ingenieros de transporte Galos para andar por los caminos y carreteras, algo podia inferir de los codigos de color y escaleras sin rumbo.
Tres inspecciones de pasaporte y quitadas de zapatos e iba a Chicago.
Aeropuerto feo, sin aire, y con un mar de limusinas circulando por las carreteras... you're not in Paris anymore.
los americanos tienen muy metido la necesidad de despilfarro de recursos. Porque andar en un auto normal si por la misma plata puedes andar en un Lincoln Town Car.
Luego, mas revisiones de seguridad y a Miami.
Miami 50 minutos, correr a mi gate (solo 2 km).
Te das cuenta que el aeropuerto de Santiago es el tamano de la mitad de un ala de un sexto de un aeropuerto tipo Dallas Fort Worth o Miami International.
Pero por ultimo no hay que andar en un tren para buscar tu terminal.
Luego contare del viaje.
1 comment:
Lo que me gusta del aeropuerto de Chicago es cuando uno pasa rodando en el avión por sobre la carretera.
¿No había aire? Aire acondicionado *tiene* que haber habido. Querrás decir aire fresco. :)
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